DERROCHE DE TINTA

Desde hace algunos meses, dos años ya, las letras nos han tomado por sorpresa mientras tomabamos una taza de cafe en la alameda. Asi comenzo el derroche, no pidio permiso, ni mucho menos opiniones, llegó y se incrusto en nuestras vidas para llenarlas de ese toque magico que dan las experiencias.

Nos llenó de esa tinta, que espero, nunca se deje de derrochar.

"Derroche de Tinta" es mi vida cotidiana, lo que pienso, lo que no había dicho, lo que nunca pense escribir, es la marquesina que cubre mi cabeza en medio de la tormenta.

Es la luz al final del tunel... es la esperanza que se cansó de esperar...

MUSICA PARA VIAJAR!!!!

lunes, 17 de octubre de 2011

Tengo muchas ganas de tener ganas.


Me quitare mi ropa exterior, solo para que quede lo de adentro:

Alguna vez creí que conocía todo. Pensé que mi recorrido había sido muy corto y que ya había llegado al final. Creía que ya había viajado lo suficiente como para quedarme en un solo lugar acariciando el tiempo, limpiándome las botas y fumándome mis ganas.

Solía bailar con la soledad. Amarrarme a su perfecta cintura y comer de su boca dulce. Volar con sus infinitas alas. En realidad me importaba mucho mandarla al carajo, pero no existía nadie que me motivara a hacerlo ni tenia a nadie que aliviara mis heridas. No había ninguna mujer lo suficientemente valiente como para arriesgarse a caminar a mi lado ni lo suficientemente ingenua como para tragarse mis palabras.

Yo no agradecía nada, pocas veces lo hago. Solo me bastaba ver el mundo desde mi desolada trinchera, aquella en la que había casi nada. No había besos, ni abrazos, ni palabras suaves que removieran las membranas de mi piel… en aquel lugar solo existían botellas del tequila más barato, colillas de cigarrillos muertos de decepción, y una que otra canción de aliento … solo había pequeños pedazos de lo que alguna vez yo solía ser.

Hasta que un día salió el sol. Yo no lo pedí. No sé cómo paso. Solo desperté y me encontré en un mundo raro… de aquel de donde vino José Alfredo. De pronto el hastío se hastió y al miedo le dio tanto miedo que se marchó.

Y quede a la deriva de una buena persona que no cuestiono mi pasado. Fue lo suficientemente valiente para andar a mi lado y lo suficientemente ingenua para tragarse mis palabras, cosa que agradezco de corazón.

Al final me convertí en un ser menos común y menos mugroso. Con ganas de vivir, “con ganas de tener ganas”. Y me colgué nuevamente mi mochila llena de sueños.

No puedo decir que mi vida se remedio completamente. Aún existen los problemas mundanos que azotan mi cabeza, pero la angustia se contrarresta cuando una buena sonrisa viene a mi mente o cuando un “te quiero” es la frase más exacta en los tiempos de terror.

Estoy tranquilo. Con la convicción clara de ser menos triste, con necesidad de abrazarme a una cintura pequeña sin pedir perdones ni permisos, sin prorrogas y sin extemporáneos. Solo quiero vivir. Tratar de ser feliz con lo que tengo.

Después de todo esto fue lo que alguna vez soñé. Solo me queda agradecer, (cosa que pocas veces hago). Agradecerle a la vida, por darme la oportunidad de rodar con destino, a la muerte por dejarme vivir… Y a ti noble mujer, por demostrarme que aún me quedan muchas cosas que conocer.

Klaudes.

viernes, 7 de octubre de 2011

El embajador del Infierno.


Yo soy el embajador del infierno. Aquel que ríe mientras tu lloras. El que moja sus horas llenas de pensamientos sucios, y el que siempre consigue lo que tu añoras.

Soy el embajador del infierno, el amante de las esposas solitarias. El arquitecto de Lucifer, el que noche a noche construye laberintos bajo tu almohada.


Soy el embajador del infierno en esta dimensión que no es la mía, vengo desde muy lejos a mostrar lo que tengo, cambiándome de amor, en cada esquina.

Soy el embajador del infierno. Escribo en rojo y aplaudo fuego. Bebo tequila ardiente y fumo cigarros negros.

Soy el embajador del infierno y vine a este mundo para quedarme, para verte pedirme compasión. Para golpearte cuando necesites un abrazo y para besarte cuando me des la mano…

Soy el que lleva la dicha como estandarte, mi himno es el sarcasmo, todos mis vicios me llenan de vida, y la vida misma me llena de vicios…

…Soy el embajador del infierno, el mejor amigo de tus piernas, enemigo del fracaso y el vecino de tu vida plena.


Klaudes.