Es domingo. Doce del día y ando muy crudo frente a una computadora invadida por los virus de mí decidía e infectada por los virus de mi codicia. Escribo lo que mi cruda me deja escribir, las manos me tiemblan y las lágrimas me escurren por los cachetes sin parar, aprieto los dientes para no gritar: ¡!!!Vanessa hija de la chingadaaa!!!!!
Mis lágrimas saben a Sauza hornitos. Y prendo un cigarro en su honor.
Me vienen a la mente las caminatas por el parque en aquel diciembre hijo de superman, cuando nada nos detenía, cuando éramos felices y todo parecía una estúpida telenovela. Recuerdo aquella navidad, ella me regalo una chamarra verde “Chinga-retinas” que logró hacer que me la pusiera… Y si lo hice, me la puse, porque la quería tanto que hasta lo más horrible lo veía hermoso siempre y cuando viniera de ella. Yo en cambio, le regale un par de tangas rojas, pero a ella le valió madre, porque nunca se las quiso poner.
¡Tanto amor desperdiciado! Como si fuera tan barato, o como si fuera tan fácil regalarlo a la primera que se atraviese frente a mis ojos.
Vanesa siempre aprovecho su condición de extorsionadora, lo que quería de mi siempre lo conseguía con un simple te quiero, o con esa mirada apendejadora que apaciguaba mis ganas de salir huyendo de la vida. Yo hacia todo para cooperar a su bien estar, paga diezmos a mi parroquia, multiplicaba besos y restaba risas. Todo en absoluto era para la Vane, no existía nada que no hiciera por ella. Era capaz de tirarme para que ella pasara sobre mi, de ponerme una pinche camiseta del américa, y hasta de ponerme una chamarra tan horrible como la que me dio en aquella ocasión….
Hasta que un día conoció a un arquitecto más chingon que yo, con una vida hecha, una gran casa en Cuernavaca y un BMW a toda madre. Todo en un solo combo. Y me botó. Argumentado que ya no soportaba mi tan aburrida vida y Se olvido de mi vida malhecha, de mi horrible departamento en aquel piso 32 (que realmente es el 5to piso), se olvido de mi apestosa caribe blanca… siempre aspiró a más.
Ella quería salir y divertirse. Quería ir a los antros, cosa que yo detesto, estaba hasta la madre de mis reuniones con los hippies de mis amigos. Dijo que si le contaba otra mas de mis penas quedaría al borde de la locura… Que no podía seguir con un tipo que estaba tan acostumbrado a reír poco y a quejarse de mucho.
A veces me encabrona preguntarme tantas cosas. Siento que a la gente le espanta mi forma de pensar, o tal vez soy tan estúpido que no estoy preparado para ser feliz…
Y se fue a vivir lejos de aquí, dejándome ahogado en mi mar de pena y angustia, con un millón de miedos y con un saco roto donde puse todos mis sueños.
A mí el amor me ha dado más chingadazos que dulces. Siempre me lamento de haberme metido con tal fulana o con tal perengana. Soy muy tonto y me enamoro muy fácil, “solo porque tiene un cuerpazo”, “solo porque le gusta AC/DC”, “Solo porque también fuma y toma tequila”, “Solo porque le gusta como escribo mis =poemas=…” Dah!
Haciendo un recuento de los daños… Todas me han dejado dolor y una profunda herida que aun sangra, me quede con una pinche colección de fotos de buro en la que todas se aferran a mi cuello y mi mejilla, pidiendo un poco más de besos, me quede con la ropa sucia en el bote y me quede con un millón de sueños abortados que aun duelen. Me quede con su esencia, que ya no se va.
Mis manos tiemblan frente al monitor… ¿Dónde andas Pinche Vanessa?…
Ya me canse de buscarte en cada putero de la ciudad. Nadie besa como tú. En las calles todas se parecen a ti, todas tienen tus ojos, tu cintura, tu sonrisa… pero nadie es la Vane…
Me dueles hasta los dientes…
O tal vez solo es la cruz de la resaca que me hace pensar que la extraño… espero y solo sea eso, porque no estoy dispuesto a desperdiciar mas lagrimas sabor tequila…
Mejor voy por otra cerveza…
Klaudes...