DERROCHE DE TINTA

Desde hace algunos meses, dos años ya, las letras nos han tomado por sorpresa mientras tomabamos una taza de cafe en la alameda. Asi comenzo el derroche, no pidio permiso, ni mucho menos opiniones, llegó y se incrusto en nuestras vidas para llenarlas de ese toque magico que dan las experiencias.

Nos llenó de esa tinta, que espero, nunca se deje de derrochar.

"Derroche de Tinta" es mi vida cotidiana, lo que pienso, lo que no había dicho, lo que nunca pense escribir, es la marquesina que cubre mi cabeza en medio de la tormenta.

Es la luz al final del tunel... es la esperanza que se cansó de esperar...

MUSICA PARA VIAJAR!!!!

lunes, 17 de octubre de 2011

Tengo muchas ganas de tener ganas.


Me quitare mi ropa exterior, solo para que quede lo de adentro:

Alguna vez creí que conocía todo. Pensé que mi recorrido había sido muy corto y que ya había llegado al final. Creía que ya había viajado lo suficiente como para quedarme en un solo lugar acariciando el tiempo, limpiándome las botas y fumándome mis ganas.

Solía bailar con la soledad. Amarrarme a su perfecta cintura y comer de su boca dulce. Volar con sus infinitas alas. En realidad me importaba mucho mandarla al carajo, pero no existía nadie que me motivara a hacerlo ni tenia a nadie que aliviara mis heridas. No había ninguna mujer lo suficientemente valiente como para arriesgarse a caminar a mi lado ni lo suficientemente ingenua como para tragarse mis palabras.

Yo no agradecía nada, pocas veces lo hago. Solo me bastaba ver el mundo desde mi desolada trinchera, aquella en la que había casi nada. No había besos, ni abrazos, ni palabras suaves que removieran las membranas de mi piel… en aquel lugar solo existían botellas del tequila más barato, colillas de cigarrillos muertos de decepción, y una que otra canción de aliento … solo había pequeños pedazos de lo que alguna vez yo solía ser.

Hasta que un día salió el sol. Yo no lo pedí. No sé cómo paso. Solo desperté y me encontré en un mundo raro… de aquel de donde vino José Alfredo. De pronto el hastío se hastió y al miedo le dio tanto miedo que se marchó.

Y quede a la deriva de una buena persona que no cuestiono mi pasado. Fue lo suficientemente valiente para andar a mi lado y lo suficientemente ingenua para tragarse mis palabras, cosa que agradezco de corazón.

Al final me convertí en un ser menos común y menos mugroso. Con ganas de vivir, “con ganas de tener ganas”. Y me colgué nuevamente mi mochila llena de sueños.

No puedo decir que mi vida se remedio completamente. Aún existen los problemas mundanos que azotan mi cabeza, pero la angustia se contrarresta cuando una buena sonrisa viene a mi mente o cuando un “te quiero” es la frase más exacta en los tiempos de terror.

Estoy tranquilo. Con la convicción clara de ser menos triste, con necesidad de abrazarme a una cintura pequeña sin pedir perdones ni permisos, sin prorrogas y sin extemporáneos. Solo quiero vivir. Tratar de ser feliz con lo que tengo.

Después de todo esto fue lo que alguna vez soñé. Solo me queda agradecer, (cosa que pocas veces hago). Agradecerle a la vida, por darme la oportunidad de rodar con destino, a la muerte por dejarme vivir… Y a ti noble mujer, por demostrarme que aún me quedan muchas cosas que conocer.

Klaudes.

viernes, 7 de octubre de 2011

El embajador del Infierno.


Yo soy el embajador del infierno. Aquel que ríe mientras tu lloras. El que moja sus horas llenas de pensamientos sucios, y el que siempre consigue lo que tu añoras.

Soy el embajador del infierno, el amante de las esposas solitarias. El arquitecto de Lucifer, el que noche a noche construye laberintos bajo tu almohada.


Soy el embajador del infierno en esta dimensión que no es la mía, vengo desde muy lejos a mostrar lo que tengo, cambiándome de amor, en cada esquina.

Soy el embajador del infierno. Escribo en rojo y aplaudo fuego. Bebo tequila ardiente y fumo cigarros negros.

Soy el embajador del infierno y vine a este mundo para quedarme, para verte pedirme compasión. Para golpearte cuando necesites un abrazo y para besarte cuando me des la mano…

Soy el que lleva la dicha como estandarte, mi himno es el sarcasmo, todos mis vicios me llenan de vida, y la vida misma me llena de vicios…

…Soy el embajador del infierno, el mejor amigo de tus piernas, enemigo del fracaso y el vecino de tu vida plena.


Klaudes.

martes, 13 de septiembre de 2011

Pequeña Entrada para ti.


Tengo tantas ganas de decirte tantas cosas que, no sé ni por dónde empezar. Me siento sin fuerzas. No encuentro motivos para combatir esta guerra que estas ganando, con balas de besos, con cañones de esperanza y granadas de palabras cortas, pero concisas, que destruyen el bunker que había construido para ese tipo de ataques…

Me tomaste por sorpresa. Alguna noche en la que estaba distraído. Te metiste en mi mente y te convertiste en flor. Flor que nace de la tierra para alumbrar con su belleza este mundo lleno de penumbras. Mi barrera anti- ataques, quedo destrozada ante tan magnifico poder que irradias con tu sonrisa, que se esparce con el viento, como el canto de una cascada, que baila al compás del choque de las olas con las piedras.

Quise hacerme el tonto, disipar fantasmas, dar la media vuelta y hacer de cuenta que nunca te había visto, ¿para qué? Si nunca he tenido la necesidad de amarrarme a nadie... Pero fue demasiado tarde. Toda tu, con esa magia inteligente, que usas como arma letal, te adentraste en mí, comiste de mis huesos, me dominaste, me hiciste tuyo… y me arropaste bajo el calor de un beso tibio… me diste de comer de unos labios tan dulces que ni en sueños han existido…

Ahora me siento ajeno, ajeno de mí, y muy propio de ti. Susurro tu nombre con la noche, y le pido a mis dioses bendiciones, bendiciones que rompan tu silencio, que sanen tus heridas y que engrandezcan tu cariño… por mí.

Gracias por estar conmigo, gracias por darme tu mano al caminar…

Tal vez ya aprendí la lección….

Klaudes.

jueves, 25 de agosto de 2011

Cirugía a diario.


Hoy abrí el cajón entre hojas viejas y recuerdos encontré tu fotografía, lo pude haber hecho fácil tomarlo como un papel más sin importancia.

Sin embargo la tome y la observe y como era de esperarlo tus ojos me perdieron en un mar de recuerdos que brotaban de mi mente, te recuerdo cuando nos pasábamos el día tirados en el jardín de mi casa viendo pasar el tiempo y la nubes, nosotros juntos y disfrutando del momento que vivíamos y del cariño que al parecer existía.

Te recuerdo la primera vez que cruzamos al caminar en la acera de aquel lugar, el primer día que nos quedamos mirando a los ojos fijamente, el día que realmente nos conocimos, todo por qué?????. Si al verte caer me pude haber reído y no tomar importancia y por qué correr a levantarte y a limpiarte tus lágrimas.

Quien de los dos iba a pensar lo que, una caída nos dio la oportunidad de conocernos, tratarnos y de llegar a lo que llegamos, quien pensaría que unos meses después todo lo bello que creía haber logrado se convertiría en una pesadilla. Como dice una gran canción lo que más te gusto de mi es lo que quieres cambiar o como diría yo lo que quisiste cambiar.

El ultimo recuerdo que broto y que fue el que más causo dolor fueron tus palabras punzocortantes que escupías de tu boca de fresa, tantos te amo tantos te extraño y sobre todo tu promesa que en los últimos momentos dijiste, después de una ausencia regreso a buscarte y tal cual fue que nunca dijiste una promesa pues no te importo la tiraste a la basura.

Después de estar varias horas hundido y perdido en un inmenso cielo de melancolía terrible, despierto y recuerdo que no he muerto, que sigo de pie, a pesar de esas heridas que todavía sangran. Siendo realista estoy mejor cerrando las heridas a tener que realizar cirugía a diario.

P.D. Siempre estaré esperando para ti, lo único que tienes que hacer es resucitar pues yo te elimine de mi mente.

John Razo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Dulce melancolía. (Feliz segundo Aniversario)


Sonó la alarma a las 7:00 am, exactamente, como lo había planeado. Aun tenía tremenda pesadez en los ojos, y no quería abrirlos. Estos últimos dos años me da por querer permanecer con los ojos cerrados. Es muy triste y desalentador despertarme y no verla a mi lado… y hasta siento su aliento en mi oreja.

Extraño el desayuno en la cama. Mis huevitos tan estrellados, sonriendo felices por la noche anterior, extraño todo de Kenia, su olor, sus movimientos, sus pies jugueteando con los míos, sus calzones en la regadera después de bañarse… y puta!... hasta la pinche novela de las 9 que me obligaba a ver, y yo como perro adiestrado aceptaba solo por que ponía su cabeza sobre mi pecho, mientras el dedo gordo de su pie derecho besaba los hongos del vecino…

Recuerdo una noche que llegue del trabajo, un día tan jodido como todos, los ojos cansados y las manos partidas. Al abrir la puerta, una mesa con un mantel rojo, un florero y un plato de comida, y al fondo esa tierna voz: “Te estaba esperando, siéntate, vamos a cenar”…

Esos detalles me hacían pensar que yo, más que bohemio, era un pendejo. Tenía la vida perfecta, una buena chamba, una casa sencilla, una televisión de 27 pulgadas, un perro que movía la cola y una mujer que me amaba…

Kenia es a toda madre, hermosa cuando más se le necesita, inteligente cuando menos te lo esperas y además buena cocinera. El contraste perfecto de mi vida imperfecta. Antes de conocer a Kenia, era un pinche borracho barato, en mi casa solo entraban las prostitutas más horribles de la ciudad, el lugar apestaba a cigarro, a alcohol, a noches llenas de juegos, canciones, viseras y a un millón de pastillas que brincaban de sobra…. Y ese lugar ahora era un hogar…. Un bello y dulce hogar

¿Qué si era yo feliz?...

Claro que lo era, pero creo que no estoy preparado para eso todavía, como dice la canción de tan ilustre personaje mexicano “Yo no nací para amar, nadie nació para mi…” Nunca, imagine llegar a una madurez así, solo me faltaron los hijos y de ser así ahora estaría envuelto en una serie de pedos legales que afortunadamente nunca llegaron.

Era muy feliz. Pero mi alma ermitaña no quería serlo. Comencé a escribir menos. A tomar más agua, a contar las veces que salía tomar una cerveza con los cuates, a llevar una dieta y encima de todo a compartir mi bendito espacio con alguien que no era el espejo. Comencé a sentirme tonto. Limpio, impropio de mí.

Mis letras comenzaron a ser más cursis, y colgué un rosario en la cabecera. Kenia me tenía atrapado, era su ciervo, su esclavo, su enamorado idiota, su Arjona, era todo menos el derrochador que solía ser.

… hasta que no pude más. Una noche, mientras ella dormía, quise escribir una nota estúpida como esta, quería contar mis vivencias tequileras con mujeres, canciones de José Alfredo Jiménez, de cigarros, de viajes, de locura… y sencillamente… no pude.

Me quede seco frente al papel. Y comprendí que no necesito amor para escribir textos baratos. La felicidad no me inspira, estable no me sale nada, no quiero estar amarrado a mis mañanas lindas, a unos ojos cafés, a una cintura perfecta, necesitaba inspiración… necesitaba nostalgia.

…Y a la mañana siguiente… le di las gracias. Y le pedí que se fuera…

No me des nada que no quiera.

No me des besos con sello de cariño,

No me des caricias dulces que se peguen a mi alma,

No me des risas que mi boca no pueda soportar,

No me des letras que no puedo escribir.

Todo lo hice por ti, por mi gran destino,

Te elegí a ti y aquí quiero que te quedes,

Comprendí que te amo más a ti: inspiración hermosa,

Que sales de las ruinas melancólicas de mi corazón,

Y que con tanto amor cursi no podías salir…

Prefiero ser bohemio con inspiración, que un poeta aficionado… sin motivos…

Creo que mi felicidad es esto, escribirle al aire, al viento, escribir para nadie. Rezarle a los fantasmas, tomar tequila con la paranoia, encenderle un cigarro a nostalgia. Acariciarle una mejilla a la muerte, escribirle un verso a la soledad, cantar con Vicente… no quiero atar mi vida a una película aburrida. No quiero carros, casas, dietas, ejercicios… quiero escribir, escribirle a todas ellas que me han marcado, escribirle a la nostalgia que me han regalado… escribir por mí, escribir por ellas, escribir por mi alma, escribir por mi almohada…

Algo así…

…Creo que mejor si abriré los ojos…

Klaudes…

GRACIAS POR ESTOS DOS AÑOS, DE ENTREGA, DE LÁGRIMAS, DE TEQUILA, DE CIGARROS… GRACIAS POR FOMENTAR MI IMAGINACION… GRACIAS POR COMENTAR… GRACIAS POR LEER. ESTO QUE HAGO, NO ES PARA QUE LES GUSTE, NI PARA QUE SEPAN MAS DE MI… SOLO ES MI PASION…

MUCHAS GRACIAS ¡

jueves, 11 de agosto de 2011

Los espacios del corazón.

Los espacios del corazón deben ser llenados con la experiencia, la más triste o más alegre que la vida nos brinda.

Los espacios del corazón son oportunidades para abrirnos a lo desconocido como flores que florecen en nuestro interior, es dar fin para iniciar algo nuevo en los diversos caminos que el universo tiene para nosotros a la hora de andar.

Los espacios del corazón son aquellos que podemos ocupar con el respirar de una fría y lluviosa mañana, así como en el calor infernal de primavera.

Los espacios del corazón deben ser vistos, no como vacíos, sino como una mirada hacia un nuevo horizonte, el cual debemos descubrir y tratar de entender para aceptar todo aquello que lo conforma, así los espacios del corazón son como uno mismo. Creemos saber todo de nosotros y en realidad no sabemos nada…

Ivette.

viernes, 15 de julio de 2011

Voces de un viernes borracho.


Un lindo día era aquel. El sol abrazaba todos los corazones que estaban bajo su caluroso yugo. Me paré de la silla en la que por mucho tiempo me senté a ver como se pasaba de largo el tiempo. Le di el último sorbo a mi botella de melancolía y en mi hombro derecho me colgué mi guitarra desafinada y en el izquierdo una mochila con millones de sueños que ya estaban pudriéndose de ser casi olvidados. Y comencé a andar. Sin rumbo fijo, solo con la única intención de esta vez sí ser feliz.

Luego. Decidí cambiar mis canicas por botas de charro. Y fui a parar en la barra de la cantina que ya había olvidado, esa que se llama ESPERANZA. Me sirvieron una copa de suerte y salí nuevamente a reencontrarme con mi destino.

Y caí en la razón de que al final de cuentas todos los recuerdos valen madre. Nunca regresaran los tiempos vividos, nunca estarán de vuelta las numerosas borracheras con la palomilla, y aunque mis besos sean novios de sus besos… nunca jamás volverán a verse.

Y ya para acabar pronto y sin hacerle tanto a la mamada, lo único que en verdad importa es vivir, no hay nada mejor que encontrarme con el pinche espejo y darle las gracias por las ojeras tan negras que la noche me ha regalado, darle gracias a mis pulmones por no fallarme y dejarme gozar el alma de este cigarro que estoy a punto de matar. Vivir es lo único que ahora me importa.

Disfrutar todo: el día, la noche, los besos, los madrazos, la felicidad, el dolor, la cerveza, el tequila flaquito de las mañanas, los amigos, la familia, los pantalones ajustados, los escotes pronunciados… y una larga lista de etcéteras que voy a disfrutar.

Y si un día de estos te acuerdas de mí, échame tus bendiciones, que suerte es lo que necesito, que suerte es lo que me espera…

No hay palabras más exactas para demostrar mi renovación de cartilla.

Esta solitaria noche lluviosa me dio por meterme en la locura de mi alma, entre estas cuatro paredes testigos de mis sueños. Con un six helado y unos Malboro a la mitad. Brindando con José Alfredo, Javier, Vicente y muchos más:

¡Cantándole a la vida y brindando con la muerte, acariciando mi alegría, machucándome la suerte!

Nada me asusta más, que pensar en sentarme a ver nuevamente como se me pasa el tiempo de largo. Hoy me siento vivo, más vivo que nunca, con el único anhelo de escribir hasta que se cansen mis manos, con el anhelo de tomar hasta que me pierda de borracho, de llorar hasta que me salgan lágrimas rojas… y de amar… y de amar… hasta que sea amado…

Salu´ raza!


Klaudes.

miércoles, 22 de junio de 2011

Pequeños Fragmentos.







El amor es como un sueño traído a la realidad, como una lágrima y una sonrisa envuelta de verdad.

Pero también es mitad miedo y mitad un anhelo; miedo a dejar clavada una huella y tener que regresar por un camino que alguna vez fue seda y que mañana será de sombra, y anhelo porque refleja un paso firme por el que siempre quisiéramos andar mirando el horizonte entre luces, amaneceres y un despertar.

Por eso es sueño que entre nubes viaja sin terminar para llegar a un mundo, y entre suspiros o lagrimas, despertar.

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Sucede que de repente en un día cualquiera, sacamos la cabeza al mundo y … aprendemos a respirar. Algunos de inmediato se contaminan; otros, ni siquiera logran sobrevivir; mas aquellos que encuentran en el aire la pureza y el amor a los demás, saben que es mas valioso vivir que respirar.

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Y es entonces cuando creo que el hombre es hombre

Y surge así…

Y a partir de ahí…

Y es por eso…

Y cuando ven el final, es entonces que van empezando.

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Hoy, precisamente hoy, sentí estremecer mi corazón después de un día de euforia positiva que invadía mi cuerpo, mi corazón se sintió tan chiquito a pesar de su grandeza. El corazón se sintió así desde que vi su silueta y a lo lejos aquellos ojos…ojos que desde por vez primera los vi y me llenaron de intriga y quise descubrir la obscuridad de esa luz resplandeciente que emergía de ellos. Hasta que llego el día de mirarlos de cerca me envolvieron y sin palabra alguna creí absolutamente en ellos. Cuando empecé a creer en esos tiernos ojos creí ver el alma, pero que equivocada estaba, y me pregunte ¿Por qué? ¿Cómo paso?¿Por qué no lo note antes? Y es que me di cuenta que puedo ser tan ingenua que suelo creer que el mundo entero esta lleno de bondad y buena fé y que cree en los sentimientos de los demás y que por el contario a esto pude ver que es una salida para quienes no saben que hacen en este planeta, y que se suele utilizar para sanar heridas pasadas que son presentes…y entonces me encontré conmigo misma y descubrí que puedo ser tan buena, tierna y dulce como la miel cómo tan cabrona y aquella que con una sola mirada pueda herir lo mas profundo de otro ser. Pero también se que no quiero ponerle espinas a mi corazón. No me justifico por que nadie se conoce así mismo absolutamente.


Yvette.

jueves, 16 de junio de 2011

Fábrica de sueños. ( Con vocación de soñador)

Mi cama es una fábrica de sueños, aqui se maquilan de todos los colores y sabores.... algunos guajiros, algunos tontos, algunos que de vez en cuando se hacen realidad, unos cuantos frustrados, quimeras que me hacen huir a la cantina y hasta algunas fantasias sexuales que seguro algun día se cumplirán.

Mi cama es una fábrica de sueños, ven, me ajusto a tus necesidades. Yo puedo hacer unos cuantos a tu medida....

*****

Cuando nací, ya traía bajo el brazo mi vocación, solo una persona me ayudo a “encontrar mis habilidades” desde muy pequeño me enseño a trazarme una línea y hasta ahora sobre esa misma línea ando y ojala que nunca me desvié de ella.

De lo anterior me di cuenta cuando tenía como 5 o 6 años. Iba en primero o segundo grado de la primaria y estaba enamorado de mi maestra, una bonita joven profesora, alta, era a todo dar. Cuando salía de la escuela me valían madre los juegos, y me ponía hacer mi tarea. “muy responsable el muchacho” decía mi papá orgullosamente a sus cuates de domino. La verdad es que la tarea también me valía madre. El motivo de mi responsabilidad era la maestra Lucia. No le podía fallar, era mi inspiración. Cuando sonaba el timbre de la hora de la salida se paraba en la puerta del salón nos acomodaba la mochila y nos daba un beso en la mejilla. Y nos decía que nos cuidáramos, que nos portáramos bien y que hiciéramos la tarea, después salíamos como de rayo corriendo por el patio.

No recuerdo muy bien. Tal vez pasaron unos cuantos meses y nos avisó que se marchaba. Un escándalo de niños llorando se escuchó en el salón. ¿Cómo no nos iba a doler?. Si la maestra Lucia era a toda madre. La mejor maestra que podía existir. Me partió mi alma infantil.

Después vino una maestra que se llamaba o se llama Cristina, una obesa que no hacía más que mascar chicle y aventarle el borrador al wey que no pusiera atención. Siempre me ponía una regañizas tremendas porque me gustaba perderme en el espacio. Me sentaba junto a la ventana y me iba con mi vista en el horizonte. Me preguntaba cómo era el mundo de los adultos cuando los niños estaban en la escuela, soñaba que era adulto que conducía un tráiler enorme… y me iba a conocer países, gente, niñas. De repente. ¡! Chaz!! Un chingadazo en mi cabecita… el pinche borrador de la maestra cristina…”Niño pon atención, por eso eres un burro, por eso no aprendes”. La verdad es que yo no era burro ni tonto… era soñador…

Un día que la maestra Cristina no fue a clases, fue a cubrirla el maestro Eder, él era bien alivianado, era como el comodín, cuando faltaba un maestro el iba a suplantarlo, yo siempre pensé que tal vez ni era maestro porque él era diferente a todos, el vestía a la moda, usaba gafas oscuras, y llegaba al colegio en su moto con su chamarra de piel y toda la onda. Cuando llego al salón, todos los niñitos nos sentimos muy bien, todo el día nos contó muchos cuentos, y luego se puso a tocar la guitarra y nos enseñó unas canciones bien pendejas… “la hormiguita Chuk se fue a un agujero, ¿Qué sera de la Hormiguita Chuk? No sé, ¿Qué sera de la Hormiguita Chuk? No se…” Aún me acuerdo. Luego nos pidió que cerráramos los ojos y que hiciéramos nuestro propio cuento, que nos imagináramos con las personas que más queríamos, que soñáramos como queríamos ser en el futuro…

Yo me imagine en una Harley, como el maestro Eder, con mi greña bien larga, con mis gafas oscuras y atrás, abrazada a mi cintura, la maestra Lucia. Hasta sentí el aire chocando con mi cara, corriendo a toda velocidad en la carretera México – La felicidad.

…Cuando abrí los ojos ya habían pasado como veinte años, y estaba sentado frente a una botella de cerveza escuchando una rola de Creeddence.

Aquella mañana en mi moto con la maestra Lucia atrás, comprendí lo que quería hacer el resto de mi vida... Soñar, soñar y soñar…

Mi vocación de soñador no me permite usurparme.

Mi vocación de soñador no me deja mentir,

Mi vocación de soñador autoriza lo que escribo,

Mi vocación de soñador me ha traido hasta aquí,

Mi vocación de soñador me a dado unos cuantos amigos que aún preguntan por mi…

Y espero..., en verdad espero que:

Mi vocación de soñador me monte en una Harley Davidson con mi chica atrás viajando juntos a toda velocidad en la carretera México-La Felicidad, de la que nunca me debí orillarme a tomar una cerveza…


Klaudes.

viernes, 6 de mayo de 2011

Te Odio Tanto.

Yo te odio.

Lo digo tan seguro de mí que podría verte a los ojos fijamente y gritártelo.

Te odio tanto que maldigo el día que te conocí. Cuando éramos un par de chavales, inexpertos en el amor, tan crédulos de Dios, inocentes de la vida, ingenuos de la muerte.

Te odio tanto que aborrezco verte aunque sea en mis pensamientos. Nunca creí llegar al grado de tener el día entero con la mente en blanco, solo para que tú, en tu estado más hermoso, no cruzaras la avenida de mi imaginación.

Te odio tanto que quisiera borrarte de la faz de la tierra. O yo irme de ella, a otro espacio, donde no existas ni en recuerdos, donde el pasado sea eso, pasado. Donde no vengas a joderme cada noche con esa sonrisa estúpida que me cautivo.

Te odio tanto que quisiera matarte. Y en tu sepulcro sentirme orgulloso de mi victoria, saciar mi rabia de venganza, verte maltrecha, impropia de ti.

Te odio tanto que quisiera amarte de nuevo. Volver a caminar de la mano contigo, regresar a esas fogatas nocturnas en el jardín. Sentir el paso ardiente del tequila por mi garganta en esas tardes de Octubre, alucinar con esa hierba que fumamos sin parar y nos llevó a lugares exóticos…

Te odio tanto que… Ya no te amo.

"Te odio tanto que yo mismo me espanto de mi forma de odiar"



Klaudes



“Te odio tanto que ya hasta borré mi cuenta de Facebook.”

lunes, 28 de marzo de 2011

Teotenango.

¿Dónde has estado?

Te he buscado en todas partes, y aun nadie me dice donde encontrarte. Ni siquiera me dicen donde buscarte.

Veme. Hoy estoy aquí, rodeado de paz. Rodeado de todo este misticismo que encierra las ruinas de mi pasado. De mi historia.

Entre este montón de piedras ando buscándote.

No he perdido la esperanza de hallar una mueca feliz en tu hermosa cara. En esa cara desconocida que deambula descalza en mi mente pero que en realidad no está, no existe…

Seguiré mi camino, buscándote en ruinas, en templos, en el día, en la noche, en el sol o en la luna… en tu cama o en mi cama.

Te voy a encontrar y cuando ese momento llegue, se pondrán de fiesta dos Dioses y se pondrá en guerra el amor y sacaré de mi infinita soledad una sonrisa esculpida en mi cara de piedra…


Klaudes

.

Para ti... andes donde andes.

viernes, 4 de marzo de 2011

Whiskey, vinos y cervezas…


No sé cuánto tiempo ha pasado después de haber probado sus labios, después de esperar a aquella dama que me abandonó

sin decir que paso, yo; solo tomaba cerveza, whiskey o vino tal vez y después pensé que cualquier otro día sería suficiente

para ridiculizar mi amor por un poco de alcohol en un llanto de un hombre pequeño y rabioso, y no sé cuanto he bebido después de haber estado con alguien, con alguna dama linda y hermosa, yo esperaba que mi celular sonara y por cada hora bebía diez cervezas y por cada dos horas bebía más del doble y el teléfono nunca sonó sino hasta después y no era ella, ellas se marchan del todo pero sé que es por una razón según dicen ellas…

¿Será algo más? No lo sé…

ellas siempre perduran más que nosotros,

viven unos años más y por alguna extraña razón

son más astutas y más mañosas y ellas se divierten afuera con los hombres baratos y rinconeros

mientras nosotros bebemos cervezas y whiskey

que juntamos en bolsas de supermercado para no hacer masa en la habitación y aunque ella no esté aquí conmigo,

existen muchas cervezas y vinos y whiskeys claro…

todo eso es para nosotros solos, solo con mi amiga soledad…


Kobe

martes, 15 de febrero de 2011

Por las balas de Dios.


La lluvia azotaba aquel Septiembre con unas enormes gotas que parecían proyectiles que Dios disparaba. Parecía que el blanco perfecto era mi cabeza despeinada y Dios valla tenía bastante tino esa tarde.

¡Puta madre!

Corrí hacia el primer bus que pude y subí a toda prisa, apenas y pude tener cabida en aquella aglomeración de mundos. “Cada cabeza es un mundo…”, decía mi mama y en ese autobús sin destino al que subí aquella tarde había como unos 40 mundos observando la lluvia, algunos escuchando música, otros platicando, algunos cuantos mundos desorbitados, hasta el fondo una pareja de mundos adolecentes beso y beso. Y el mío, mi mundo, mojado y encabronado!. Buscando unas cuantas monedas para cubrir el peaje.

Mi cuerpo se comenzó a sacudir al compas de los baches que se brincaba el chofer, mi mano, colgada de aquel tubo en el que siempre hay un zapato de bebe.

“Cuanto es al centro?” Preguntó una voz tenue mientras limpiaba las gotas de mis gafas con la chamarra y un ligero olor a flores se esparció por el ambiente. Una bonita mujer llamo mi atención. Su pelo era tan negro como mi conciencia, sus ojos tan negros como mi suerte y su cuerpo tan hermoso como el que había soñado. Se paró junto a mi sujetándose del tubo, tratando de maniobrar con las trescientas bolsas que siempre cargan las mujeres. Cortésmente le ayude y al fin dirigió su mirada hacia a mi.

“Gracias…. Amm, Lalo eres tú??”

¡Quien mas iba a ser! Me sorprendió que después de cinco años Sandra no dejara de preguntar estupideces pero tenía que portarme amable en aquel inesperado reencuentro.

“Claro que soy yo, que onda, que tal estas??” Pregunte mientras la gente nos miraba con curiosidad.

“Bien gracias, me gradué y ahora trabajo en el edificio de la calle Pereda y tú que tal, te vez muy bien”. Agradecí el cumplido.

“Sigo siendo el mismo costal de perdición de antes, me corrieron de aquel trabajo donde nos conocimos, el jefe se me puso rockero, vivo en el mismo lugar, todo sigue igual, solo que ahora tengo más deudas, fumo mas y hago menos ejercicio, tenias razón creo que yo solo me voy a matar”

Jajaja, los dos reímos.

Sandra fue mi novia hacia ya cinco años. La conocí en mi primer trabajo que conseguí como profesional. Ella estudiaba y realizaba sus prácticas en donde yo hacía como que trabajaba, me iba bien, para ser novato ganaba buen dinero. Conocí a Sandra en una convivencia con los de la oficina, nos pusimos una pedota esa noche y me fui a dormir a su departamento, no sé cómo paso pero desperté totalmente encuerado junto a ella. Nunca le pedí que fuera mi novia, sin embargo lo fue. Y esas apariciones mías en su cama cada vez se hicieron más frecuentes y las de ella también en la mía. Hasta que comprendí que entre nosotros había algo serio.

Si. Si la quise, y mucho. Siempre ha sido muy hermosa y en aquellos tiempos apenas comenzaba a despegar su exitosa vida profesional. Yo, como en toda mi vida y en todas mis historias, lo que nunca me falto fue una botella de tequila y alguien con quien tomármela. ¡Me valía madre! Siempre que me empedaba la iba a ver y le decía cuanto la amaba después me metía en entre sus sabanas y a darle duro…pensaba que era lo que la hacía feliz...Y si que lo era.

Muchos de sus amigos me odiaban, le preguntaban que chingados hacia conmigo si yo era un ojete, un vivo y asqueroso retrato de la indecencia… siempre le decía que a mi también me cagaban sus amigos. La verdad es que yo tampoco entendía por qué andaba conmigo si efectivamente, yo era un culero. Pero el amor apendeja, y Sandra no es pendeja, solo que en aquellos años estaba perdidamente enamorada de mí.

Pasaron los meses y así me la lleve, bueno, así Sandra me soporto. Hasta cierto día que me puse hasta la madre de borracho y me cachó en el cachondeo con una secretaria de la chamba… obviamente se encabrono demasiado y me mando a la chingada. Al día siguiente le pedí que me perdonara, lógico, me volvió a mandar a la chingada! Y se puso a llorar en esa escena que les gusta tanto hacer a las mujeres, enfrente de todos los compañeros me grito que era un “pito-loco” y que no me quería volver a ver en su vida, que me odiaba y que lo que le había hecho lo iba a pagar muy caro. Que me acordaría de ella toda mi vida. Y así fue.

Ni como pedir perdón, ahora si me había pasado de cabrón, me soporto tantas que ya se había tardado en botarme… pasaron los días y la comencé a extrañar. No lo voy a negar, algunas mañanas me hizo falta su voz chillona en el celular preguntándome como había amanecido, la extrañe a morir.

Se fue de la oficina y la deje de ver. Mis pedas aumentaron y cada que escuchaba a José Alfredo me daba por cortarme las venas, y me acordaba de lo que siempre me decía… “hay flaco! Tu solito te vas a matar”. Ja!...

En mi desesperación la busque un par de veces, pero parecía que un ovni se la hubiera llevado o que Saga de Géminis le hubiera aplicado un “Another Dimension” y anduviera deambulando en otra dimensión. No supe nada de ella hasta ese día que Dios me bombardeo para encontrarla en un autobús viejo.

Platicamos todo el camino y le pedí el numero de su móvil, dudo en dármelo pero al final accedió. Ha huevo. Pensé. Esto de estar solo ya se termino.

Llegué a casa con un aire de esperanza, platicamos de todo en el bus y cuando bajamos pasamos por un café y caminamos hasta donde ella espera otro autobús que la lleva a casa. En verdad sigue siendo la misma linda y tierna mujer. Esa que no pide mucho, solo un par de orejas que la escuchen y una boca que sepa que decir. Creí que la tendría de vuelta.

Ella es de las pocas mujeres que más me han traído de nalgas. Y verla de nuevo creí que sería buen augurio. Me ilusioné demasiado.

Los días siguientes nos veíamos en el mismo bus, en el de las 6:30 y todo parecía bien, pasábamos por un café y después a esperar su otro transporte, trataba de ya no ser tan gandalla y hasta un día le compre unas pinches flores. Así pasaron como tres semanas hasta que me arme de valor y le leí la cartilla:

“Perdón Sandra, te preguntaras por que hasta ahora pero… nunca me dejaste pedirte perdón, siempre me porte como un canalla, ya sabes cómo he sido de pendejo desde siempre, te quería, me cae que te quería, y mucho y me dolió que te fueras, te busque pero nadie me daba señales de ti. Perdón Sandra. Me humillo ante ti, ya no seas tan cabrona y dame otra oportunidad…. Veme, ya cambie, ya casi ni groserías digo”

En verdad yo dije eso? Si que estaba bastante cabron el asunto.

Sandra solo sonrió y me beso con esas ganas que tenía cuando el alcohol nos abría las puertas de su cama, mientras sentía la textura de esos labios que había añorado desde hace cinco años pensaba:

“A huevo ya chingue. Al final los bombardeos de Dios fueron el camino de mi felicidad”

Cuando termino de besarme me acarició la mejilla y me dijo: “Perdón Lalo… estoy casada. Tengo un par de bebes hermosos”…

Puta madre!... y una sonrisa de conformidad pintó su cara, como si se hubiera quitado una tonelada de encima. Su venganza fue de lo más dulce que ha probado y estoy seguro que se sintió muy satisfecha cuando vio que la cara se me escurría de vergüenza…

“Adiós, fue un gusto volver a verte….” Y se fue…..

Comenzó a llover… eso fue un complot entre Sandra y Dios… ambos dispararon unas cuantas enormes gotas en mi cabeza…

Yo corrí a la primera cantina que encontré a reconectar borracheras que no terminaron, a brindar con los fantasmas que se burlaban de mí y a escuchar a un José Alfredo que gritaba en un tono burlón…

“…Maldito corazón, me alegro que ahora sufras, que llores y te humilles ante este gran amor, la vida es la ruleta en que apostamos todos y a ti, te había tocado nomas la de ganar… pero hoy tu buena suerte la espalda te a volteado fallaste corazón, no vuelvas a apostar…”


Klaudes.

martes, 4 de enero de 2011

Uno no se mata por amor.

“Uno no se mata por el amor de una mujer, si no por que ese amor, nos revela en nuestra desnudez, miseria, indefinición, la nada”. Cesare Pavese.


Uno no se mata por el amor de un hombre, si no por que ese amor, nos revela en nuestra desnudez, miseria, indefensión, la nada. Perder el control, golpearse contra el suelo, caminar desvalidos y asfixiados, atrapar la mariposa de la agonía, guardarla en un hueco entre el pecho y la mano, y cuando se te ha olvidado, esta ya se incrusto en alguna parte, el dolor no te incomodo antes, por que comienza justo ahora, cuando construye dentro de tu corazón un altar a la soledad.

Uno no se mata por el amor de un hombre, uno no debería matarse por ninguna razón, si no caminar dejando que nuestra desnudez nos revele en lo que estamos fallando, en que momento estamos perdiendo el control para evitar golpearse contra el suelo, caminar con la frente en alto llenando de cielo los pulmones, dejar que la mariposa de la agonía vuele, y dar un paso de costado, abrir la puerta a las bendiciones, y dejar que estas inunden las arterias.

Uno debería matarse cuando la desnudez, la miseria, la indefensión, la nada, nos hace perder el control y caer al suelo frente a un amor, golpearse y no poder caminar, ni siquiera poder quitarse del camino de la mariposa que seguramente dejo agonía en alguna parte, y ahora la incrusta en las arterias, el cielo mira condenando tu destino, así uno debería matarse inmediatamente.

Uno no debiera pensar en matarse, por que mutila alguna parte de la vida, uno debiera amar y desnudarse frente a ese amor, dejar de lado la miseria que alguna vez vivieron antes de conocerse, uno debiera defender el corazón del amado de todos, hasta de sí mismo, construir un todo, y si alguno muere antes que el otro construir un altar de recuerdos para llenarse de fuerza día a día y tener el anhelo de vivir sólo para que ese otro corazón que ya se ha ido siga haciendo latir el de quien vive todavía.


Mahavi.